Dios se hace presente en nuestras vidas, en nuestro caminar diario, en las personas que diariamente nos cruzamos. Tenemos muchas oportunidades de verle, de sentirle, pero en la mayoría de las ocasiones no lo hacemos. Nos juntamos para celebrar que debido a que somos SUEÑO de Dios, Él se sigue haciendo presente y sigue latiendo su corazón en todo momento a pesar de nuestro despiste.
Somos SUEÑO REAL, un sueño hecho vida, que nos da la oportunidad de disfrutar y de agradecer todo lo bueno que tenemos. Queremos ser agradecidos en esta vida con todas las personas que tenemos a nuestro alrededor y este agradecimiento proviene de sentirnos todos unidos en una misma tarea, hacer de este mundo un mundo más justo y más humano. Dios se hace niño, se hace uno de nosotros para demostrarnos que es posible hacer realidad todos nuestros sueños si ponemos por delante de
nosotros a los que nos rodean. ATRÉVETE hacer posible el Reino de Dios eligiendo aquello que mejor nos construye como personas alejando de nosotros la desesperanza, la tristeza, el pesimismo,… al celebrar la Navidad celebramos la alegría de sentir que seguimos siendo un SUEÑO para Dios y un LATIDO en su corazón.
unicef
